Hay gestos cotidianos que todos podemos llevar a cabo para ayudar a preservar la salud del planeta y proteger al medio ambiente. No basta con ser conscientes de que vivimos una situación de crisis medioambiental que pone en peligro la subsistencia de recursos naturales y de la biodiversidad. Hay que pasar a la acción, en la lucha climática.

No estamos hablando de grandes acciones o decisiones más propias de países, empresas o instituciones, estamos hablando de acciones cotidianas, de nuestro día a día que sumadas individual y colectivamente pueden ayudar a mantener el planeta de manera más saludable. Por tanto, salvar el planeta de la crisis climática es una tarea al alcance de todos.

Diez gestos para salvar el planeta

Evitar el uso del coche, ayudará a reducir la contaminación del aire 

Las emisiones de NO2 provienen principalmente de los vehículos. También gran parte del CO2 proviene de la quema de combustible. La contaminación del aire es un grave problema para el planeta y para la salud humana. Dejar el coche y optar por alternativas de movilidad como andar, usar el transporte público, la bici o el patinete son una buena manera de ayudar a bajar los niveles de contaminación y, a su vez, de salvar el planeta de los efectos del cambio climático.

Viajar generando el menor impacto medioambiental

Si es imprescindible viajar en avión, hay que buscar compañías aéreas que muestran el vuelo que tiene menor impacto en huella de carbono. Recuerda que el tren es el medio de transporte menos contaminante.

Ahorrar más agua y evitar su desperdicio

Evitar el consumo excesivo de agua y propiciar su buen uso, contribuirá también a proteger la salud del planeta. Todos los consejos para ahorrar agua en casa son imprescindibles para que este recurso vital para nuestra vida no se agote.

Contratar energía verde

Una de las claves para ayudar a salvar el planeta de los efectos nocivos de la actividad humana esta en el uso que hacemos de la energía. Por un lado, reducir el consumo eléctrico, disminuye el impacto ambiental. Y por otro,  buscar siempre las opciones más verdes y menos contaminantes, también es una buena opción.

Usar electrodomésticos eficientes 

Los electrodomésticos que son eficientes permiten un mayor ahorro de energía, aunque puedan resultar algo más caros a la hora de su adquisición. En cualquier caso, deben usarse  de manera racional. Por ejemplo, no utilizar la lavadora y el lavavajillas hasta que estén a carga completa; trabajar con programas cortos siempre que sea posible.

Limitar el uso de la secadora, debido a su alta emisión de CO2. El frigorífico es el electrodoméstico que más energía consume. Si tiene más de diez años es mejor sustituirlo por uno nuevo, que puede consumir incluso un 40% menos de energía.

Evitar los desperdicios alimentarios y consumir productos locales y de temporada

No desperdiciar alimentos es una de las acciones más sencillas que podemos llevar a cabo en nuestra misión de ayudar a proteger la salud del planeta. Puede resultar de gran ayuda para no comprar en exceso, planificar un menú semanal y ceñirse a él a la hora de comprar alimentos.

También debes considerar que el consumo de productos que son de temporada ya que el consumo de los que no lo son supone un gran gasto energético ya sea en el transporte, o en el uso de cámaras de refrigeración para su almacenaje y conservación, lo que a su vez supone gran cantidad de emisiones CO2.

Reducir el consumo

Reducir el consumo, ayuda a reducir la huella de carbono y la huella hídrica. Consumir con responsabilidad es esencial para ayudar al planeta.

Seguir las 3 “R” y evitar los plásticos

Si reciclas, ahorras energía, evitas la explotación de los recursos naturales, y reduces la contaminación y el impacto medioambiental.

Pero, además, las otras dos erres, reducir y reciclar, resultan igual de importantes. Con la primera el objetivo es consumir menos y con la segunda se trata de ampliar la vida de uso de los objetos. Y, por supuesto hay que evitar el uso de plásticos no reutilizables, ya que son altamente contaminantes para el planeta, y muy especialmente para ríos, mares y océanos.

Regular la climatización y usar bombillas y tubos LED

Tanto los aires acondiciones como las calefacciones son altamente contaminantes. Su uso debe ser racional y siempre adecuado a las temperaturas recomendadas. Siempre que se pueda se deben utilizar bombillas LED ya que son las más eficientes, duran más y son las más respetuosas con el medio ambiente.

Plantar árboles y reforestar

La plantación de nuevos bosques y la repoblación de los existentes es una de las mejores formas de capturar CO2. Los árboles extraen carbono del aire durante la fotosíntesis, que luego almacenan durante largos periodos. Se trata de una buena manera de proteger la salud del planeta y mitigar los efectos del cambio climático, que Fundación Aquae lleva a cabo en su proyecto ‘Sembrando Oxígeno’.

Fuente: https://www.fundacionaquae.org/como-salvar-planeta/

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