Tras dos semanas de reuniones, los países miembro de la High Ambition Coalition no han logrado ponerse de acuerdo para asegurar la protección y conservación de las aguas internacionales.

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Se suponía que la Semana Mundial del Agua iba a culminar con un acuerdo que garantizara la protección de los océanos tras dos semanas de reuniones diarias. Pero los líderes mundiales de los países miembro de la High Ambition Coalition, entre los que se incluyen los de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, no han logrado llegar a un consenso para un Tratado Global de los Océanos.

Las negociaciones se suspendieron el pasado viernes tras dos días de lo que parecían ser avances significativos, y se retomarán en algún momento del próximo año. Sin embargo, para entonces puede que un acuerdo que asegure la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las áreas fuera de la jurisdicción nacional, que actualmente no están reguladas por un marco conjunto, llegue demasiado tarde.

La comunidad científica marcó una fecha límite como margen de recuperación de las aguas: el año 2030. El objetivo más deseable del tratado, conocido como 30×30, era crear santuarios marinos en el 30% de los océanos para asegurar la conservación de las especies. Sin embargo, la medida tendrá que esperar aún más.

Las reuniones entre líderes mundiales comenzaron el 15 de agosto en Nueva York (EE.UU.). Durante estas dos últimas semanas, los países miembro han discutido sobre varios asuntos, entre los que se encontraban temas clave como las limitaciones de las capturas pesqueras, las rutas marítimas, la distribución de beneficios, y quién debería ser responsable de la toma de decisiones con respecto a las áreas oceánicas protegidas.

Pero los países integrantes no se veían preparados para poner sobre la mesa medidas drásticas. «Aunque logramos un excelente progreso, todavía necesitamos un poco más de tiempo para llegar a la meta», declaró la presidenta de la conferencia, Rena Lee.

La esperanza de un acuerdo se mantenía hasta ahora debido a que en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebró hace menos de dos meses en Lisboa (Portugal), no solo se prometía un tratado ambicioso ante un momento crítico. Sin embargo, el secretario general de la ONU, Antonio Gutérres, ya advirtió por aquel entonces sobre la ambición, no del acuerdo, sino de algunos países que estaban sobreponiendo sus propios intereses por encima de las negociaciones.

Rusia, por ejemplo, en esta ocasión se ha negado a participar en las reuniones y a dialogar con otros países sobre algunos de los temas planteados durante estas últimas semanas. Otras naciones también han atrasado las negociaciones hasta los últimos días de la conferencia. Por el contrario, países más vulnerables al cambio climático, como los del Caribe, se han estado esforzando por cerrar un acuerdo a favor de los océanos.

Tanto en aquella ocasión en Lisboa como en esta última, los participantes de la Conferencia debían asegurar un programa estable para las cumbres que se celebrarán a finales de este año: por un lado, la COP27, la convención sobre el clima de la ONU que se celebrará del 6 al 18 de noviembre en Sharm El Sheikh (Egipto); y la COP15, la serie de negociaciones sobre la biodiversidad del mismo organismo que se llevará a cabo finalmente del 7 al 19 de diciembre en Montreal (Canadá).

Mientras el tratado se atrasa, la urgencia aumenta. Las aguas internacionales representan la mayor parte de los océanos y están expuestas a la contaminación, las olas de calor marinas, la minería y la pesca intensiva entre otros peligros. Ahora solo queda esperar a que en las próximas reuniones se logren avances más destacables que los de las dos últimas semanas.

Fuente: https://www.climatica.lamarea.com/tratado-global-oceanos-onu/

Fracasan las negociaciones para el Tratado Global de los Océanos de la ONU